Leí el libro por primera vez hace cinco años y por tanto ya sabía de qué iba: una novela de lectura fácil y escaso interés literario, pero con unos componentes que fácilmente enganchan al lector: una historia con la Iglesia católica por medio, unos personajes que parecen una cosa y al final son otra, unos enigmas que hay que resolver para evitar una gran catástrofe, la acción que transcurre a un ritmo trepidante y en un espacio muy corto de tiempo... Es decir, una obra muy del estilo de otras de Dan Brown (sobre todo El Código Da Vinci).
No es, por tanto, un libro para releer. Si lo he hecho ha sido porque la acción mayoritariamente transcurre en Roma y me hacia gracia rememorar lugares que había visitado hace solo dos meses: Basílica de San Pedro, Capilla Sixtina, Castillo de Sant´Angelo, Panteón, Iglesia de Santa María del Popolo, Plaza Navona,...
Argumento: En un laboratorio de máxima seguridad, aparece asesinado un científico con un extraño símbolo grabado a fuego en su pecho. Para el profesor Robert Langdon no hay duda: los Illuminati, los hombres enfrentados a la Iglesia desde los tiempos de Galileo, han regresado. Y esta vez disponen de la más mortífera arma que ha creado la humanidad, un artefacto con el que pueden ganar la batalla final contra su eterno enemigo. Acompañado de una joven científica y un audaz capitán de la Guardia Suiza, Langdon comienza una carrera contra reloj, en una búsqueda desesperada por Roma.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada