El pasado 17 de abril murió Gabriel García Márquez, uno de los mejores escritores contemporáneos en lengua castellana. Fue el exponente principal del realismo mágico y entre los muchos reconocimientos y premios, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982. Leer ahora estos libros no es consecuencia del tirón informativo que supone un acontecimiento luctuoso como éste. Mi admiración por García Márquez viene de muy atrás. Aparte de estas dos obras suyas, con anterioridad había leído Cien años de soledad, -cuatro veces-, El amor en los tiempos del cólera, Vivir para contarla, Memoria de mis putas tristes y El coronel no tiene quien le escriba.
Los dos libros reseñados en este post son diferentes en cuanto a la temática y la fecha de publicación, pero también podemos encontrar puntos en común: son libros cortos que pueden leerse en unas pocas horas y en ambos casos el punto de partida es un hecho real.
Relato de un náufrago nació como un reportaje periodístico, publicado por entregas en el diario El espectador de Bogotá en 1955, para convertirse en un libro en 1970. El 28 de febrero de 1955 se conoció la noticia de que ocho miembros de la tripulación del destructor Caldas, de la Marina de Guerra de Colombia habían caído al agua y desaparecido a causa de una tormenta en el mar Caribe. Luis Alejandro Velasco, uno de los tripulantes del buque, apareció diez días después y el libro es el relato de su historia. Aunque el gobierno del dictador colombiano Rojas Pinilla atribuyó el naufragio a una tormenta, lo cierto es que la negligencia relacionada con un cargamento de contrabando fue la responsable de la catástrofe. La denuncia supuso la clausura del periódico, la caída en desgracia del marino y el exilio de García Márquez. Relato de un náufrago es el nombre abreviado. El título completo nos da una idea clara del contenido: Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por la reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.
El segundo libro, Crónica de una muerte anunciada, fue publicado por primera vez en 1981 y se inspira en un suceso real ocurrido en 1951 en Manaure (Colombia): un asesinato por motivos de honor. Bayardo San Román, un hombre rico y recién llegado, se casa con Ángela Vicario. La noche de bodas, Bayardo descubre que su esposa no es virgen y la devuelve a la familia. Ángela culpa a Santiago Nasar, un vecino del pueblo. Los hermanos de Ángela, Pedro y Pablo Vicario, obligados por la defensa del honor familiar anuncian por todo el pueblo que mataran a Santiago Nasar, lo que acaban haciendo. Años más tarde, el mejor amigo de Santiago, el narrador de la historia, reconstruye los hechos.
Los dos libros reseñados en este post son diferentes en cuanto a la temática y la fecha de publicación, pero también podemos encontrar puntos en común: son libros cortos que pueden leerse en unas pocas horas y en ambos casos el punto de partida es un hecho real.
Relato de un náufrago nació como un reportaje periodístico, publicado por entregas en el diario El espectador de Bogotá en 1955, para convertirse en un libro en 1970. El 28 de febrero de 1955 se conoció la noticia de que ocho miembros de la tripulación del destructor Caldas, de la Marina de Guerra de Colombia habían caído al agua y desaparecido a causa de una tormenta en el mar Caribe. Luis Alejandro Velasco, uno de los tripulantes del buque, apareció diez días después y el libro es el relato de su historia. Aunque el gobierno del dictador colombiano Rojas Pinilla atribuyó el naufragio a una tormenta, lo cierto es que la negligencia relacionada con un cargamento de contrabando fue la responsable de la catástrofe. La denuncia supuso la clausura del periódico, la caída en desgracia del marino y el exilio de García Márquez. Relato de un náufrago es el nombre abreviado. El título completo nos da una idea clara del contenido: Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por la reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.
El segundo libro, Crónica de una muerte anunciada, fue publicado por primera vez en 1981 y se inspira en un suceso real ocurrido en 1951 en Manaure (Colombia): un asesinato por motivos de honor. Bayardo San Román, un hombre rico y recién llegado, se casa con Ángela Vicario. La noche de bodas, Bayardo descubre que su esposa no es virgen y la devuelve a la familia. Ángela culpa a Santiago Nasar, un vecino del pueblo. Los hermanos de Ángela, Pedro y Pablo Vicario, obligados por la defensa del honor familiar anuncian por todo el pueblo que mataran a Santiago Nasar, lo que acaban haciendo. Años más tarde, el mejor amigo de Santiago, el narrador de la historia, reconstruye los hechos.